As regional leaders descended on Bogotá for the elaborate inauguration on August 7th of Colombia’s first left-wing president, one man was notable by his absence. The outgoing conservative president, Iván Duque, used his last dregs of power to make sure of that. He barred Nicolás Maduro, the dictator next door in Venezuela, from stepping on Colombian soil until the very moment Gustavo Petro was sworn in. So Mr Maduro stayed home and played television presenter, standing by a large screen in his palace and commenting on events in Bogotá as they unfolded. Missing the ceremony has not dampened Mr Maduro’s enthusiasm for the political change sweeping Colombia, America’s staunchest ally in the region. Like many tyrants, Mr Maduro hails democracy when it works to his liking. “New times are coming,” he tweeted shortly after the victory of Mr Petro, a guerrilla-turned-senator, in June. The leftist Mr Petro has promised a thaw in his country’s frosty relations with Venezuela. To start, he says he will restore diplomatic relations, severed since 2019.
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Ciudad de México marcha a favor de López Obrador: “Son cuatro años de logros para los mexicanos pobres”
La conmoción se siente desde mucho antes de llegar. El metro vomita gente cargada con banderas y pancartas, las calles aledañas descargan columnas de manifestantes, se oye el redoblar de tambores y el chirriar desafinado de trompetas de plástico. Todo el Paseo de la Reforma es una marea humana que avanza sin prisa pero sin pausa hacia el Zócalo. Apenas se puede caminar por la Alameda, uno avanza con la inercia de la masa, pero es difícil abrirse camino. A media mañana en el Zócalo no cabe ya ni un alma más. Es el resultado del pulso político del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con la oposición: una manifestación de decenas de miles de personas que han acudido al centro de la Ciudad de México a refrendar los cuatro años de mandato del dirigente. Para muchos de sus seguidores este domingo es una fiesta, una excusa para conmemorar a un Gobierno que, al menos retóricamente, ha puesto a los pobres en el centro del discurso. Para otros, es solo una forma del mandatario de sacar pecho, después de que miles de personas marcharan hace dos semanas en su contra, en una protesta convocada por la oposición y en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), amenazado por la reforma electoral que López Obrador quiere ejecutar.
The Future of the Amazon, and Maybe the Planet, Depends on Brazil’s President-Elect Lula
A few days ago, in a São Paulo hotel suite, Luiz Inácio Lula da Silva took a pause in a daylong slew of calls with foreign leaders to give his first interview since his narrow October 30th election triumph over Brazil’s far-right incumbent President, Jair Bolsonaro. Foremost on Lula’s mind was his upcoming trip to Sharm el-Sheikh, Egypt, to attend the COP27 climate summit. It will be his first trip abroad as President-elect, and there was a lot to be done beforehand. Lula, who turned seventy-seven in October, looked his age, and also tired and preoccupied. The transition was getting underway, but Bolsonaro, in Trumpian fashion, had not formally conceded, making for a tense atmosphere. As Lula spoke, however, his famous high energy levels returned. Before long, he was sitting forward in his chair and grabbing me excitedly to make his points.
Muere en Argentina Hebe de Bonafini, icono de la lucha por los derechos humanos
Hebe de Bonafini, presidenta de Madres de Plaza de Mayo, ha muerto este domingo a los 93 años en Buenos Aires. Icono internacional de la lucha por los derechos humanos, deja tras de sí más de media vida dedicada a la búsqueda de dos de sus hijos, secuestrados por la dictadura militar en 1977. La expresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, confirmó la muerte de Bonafini en sus redes sociales. “Queridísima Hebe, Madre de Plaza de Mayo, símbolo mundial de la lucha por los Derechos Humanos, orgullo de la Argentina. Simplemente gracias y hasta siempre”, escribió. El Gobierno de Alberto Fernández decretó tres días de duelo nacional en homenaje a “su memoria y su lucha, que estarán siempre presentes como guía en los momentos difíciles”. “Como fundadora de Madres de Plaza de Mayo puso luz en medio de la oscura noche de la dictadura militar y sembró el camino para la recuperación de la democracia hace cuarenta años atrás”, escribieron desde la Casa Rosada en un comunicado.
Las estatuas más incómodas de América
En marzo de 2011, durante una visita oficial a la Argentina, el entonces presidente Hugo Chávez vio la estatua que se levantaba detrás de la Casa Rosada y preguntó: “¿Qué hace ahí ese genocida?”. Era una escultura de Cristóbal Colón de unos seis metros de alto y 38 toneladas, hecha en mármol de Carrara, ubicada allí desde hacía casi un siglo. “Colón fue el jefe de una invasión que produjo no una matanza, sino un genocidio. Ahí hay que poner un indio”, dijo Chávez. Para los funcionarios que lo acompañaban, ciudadanos de un país donde aún se repite que los argentinos descienden de los barcos, aquella figura tal vez nunca había resultado incómoda hasta ese momento. Pero tomaron nota de sus palabras.
El comentario de Chávez no solo fue disparador de la remoción del monumento dedicado al marino genovés en Buenos Aires —una medida que tomó el Gobierno de Cristina Kirchner en 2013 y desató una larga polémica y una batalla judicial con la comunidad italiana—, sino también el síntoma de una época en que las sociedades de América, y algunos de sus dirigentes, empezaban a poner en discusión de forma más o menos central los símbolos que han dominado los espacios urbanos durante décadas. A veces manifestación de impotencia, a veces demagogia, a veces el descubrimiento repentino de una forma de mostrar la historia y de una resistencia que ya estaban allí desde hacía bastante tiempo, pero en los márgenes.
“Las estatuas hablan siempre de quien las colocó”, escribió en 2020 el autor peruano Marco Avilés, columnista del Washington Post, después de una serie de ataques a monumentos confederados y a figuras de Cristóbal Colón durante las protestas antirracistas en Estados Unidos. En su texto, Avilés cuenta sobre el derribo a martillazos de una escultura del conquistador Diego de Mazariegos en San Cristóbal de las Casas, México, en octubre de 1992. Aquella estatua había sido emplazada 14 años antes frente a la Casa Indígena por orden del alcalde, para celebrar un aniversario de fundación de la ciudad. “Consultar a las personas indígenas o negras no es una costumbre muy extendida entre las élites que ahora gobiernan América Latina, y era peor hace cuatro décadas”, escribe Avilés.
https://elpais.com/internacional/2022-09-25/las-estatuas-mas-incomodas-de-america.html
After Two Tense Days in Brazil, the Path Is Clearing for Lula’s Comeback
Few political encores of modern times have been as epic as that of Brazil’s maximum politician, Luiz Inácio Lula da Silva, who celebrated his seventy-seventh birthday last week. Just three years ago, the charismatic left-winger known universally as Lula, who served as Brazil’s President for two terms, from 2003 to 2010, was in prison, eighteen months into a twelve-year sentence on corruption charges. This past Sunday, having secured early release with a court-ordered suspension of the charges against him, Lula won Brazil’s Presidency for the third time, in a runoff vote. He did so narrowly, with 60.3 million votes to 58.2 million for his far-right rival, the incumbent Jair Bolsonaro.
A couple of hours after the polls closed, Lula appeared at a São Paulo hotel, where he gave a victory speech to a packed roomful of journalists and his election team. He thanked God, his wife, Janja, who was at his side, and several of his political allies for aiding him in his triumph. In a manner that felt reminiscent of Joe Biden’s conciliatory words after beating Donald Trump, in 2020, Lula alluded to Brazil’s bitter divisions by saying that he wished to be the President of “all Brazilians,” while asserting, “There aren’t two Brazils. There’s just one.” (His supporters in the room applauded, but everyone knew that it wasn’t true.)
Lula, uma ressurreição
Poucas pessoas viajaram tanto pelo mundo e viram tão pouco fora dos hotéis, palácios e escritórios como Luiz Inácio Lula da Silva (77 anos, Garanhuns, Pernambuco). Ele já era o ex-presidente do Brasil quando, numa viagem oficial à Índia, não poupou nem um único momento fora da agenda oficial, nem mesmo para uma breve escapada para visitar um dos mais belos monumentos do mundo. “Nos últimos anos, Lula não tem feito nada além de política. Ele não se aproveita de nenhuma viagem para ver nada. Na Índia ele nem sequer viu o Taj Mahal. Ele ficou no hotel recebendo políticos”, revela seu biógrafo e amigo Fernando Morais, quem o acompanha há uma década.
A política é o combustível que alimenta esse homem pragmático e camaleão, que após sua queda da graça, está encenando a mais inesperada ressurreição política dos últimos tempos. Ele está agora acalentando seu terceiro mandato no comando da principal potência a América Latina, que governou entre 2003 e 2010.
Imaginar o cenário atual teria soado delirante há quatro anos, quando o líder sindical metalúrgico que fundou o Partido dos Trabalhadores (PT) era praticamente um cadáver político. Preso por corrupção seis meses antes das eleições, ele não pôde sequer votar nas eleições ganhas por um político de extrema direita nostálgico da ditadura, Jair Bolsonaro, 67 anos. Lula já tinha conhecido a prisão durante o governo militar.
https://elpais.com/america/2022-10-30/lula-uma-ressurreicao.html
Colombia llega a cifra histórica de cultivo y producción de cocaína
Colombia ha alcanzado sus niveles más altos de producción de coca y producción potencial de cocaína, según un nuevo informe de la ONU, que señaló la rentabilidad de los cultivos de coca y una mayor eficiencia en los procesos agrícolas como parcialmente responsables.
En 2021 el área sembrada de coca en Colombia aumentó en un 43 por ciento, mientras que el potencial de producción de coca creció en un 14 por ciento, logrando cifras históricas para el país, según el informe del Sistema Integrado de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de las la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), presentado el 20 de octubre.
El documento detalla que el área sembrada rompió su tendencia a la reducción de los últimos tres años y llegó a 204.000 ha en 2021, dejando atrás las 143.000 ha de 2020. Por su parte, la producción potencial de cocaína mantuvo el alza de los últimos años y alcanzó las 1.400 toneladas métricas respecto a las 1.228 toneladas de 2020.
The force of peaceful tactics
At a time of global concern about democracy, violent crackdowns against protesters in Iran and Myanmar illustrate the difficulty of challenging authoritarian rule. Yet in two countries, Sudan and Venezuela, the tactics of pro-democracy activists may be showing how peaceful transitions are not just possible but perhaps inevitable.
Both countries are being nudged by regional and Western leaders toward talks to restore inclusive and accountable government bound by the rule of law. That goal, observers say, may rest on a characteristic the two countries share – a commitment by activists to nonviolence. As the United States Institute of Peace noted earlier this month, “an asset that can help Sudan build the more responsive governance it needs is the country’s remarkably vibrant, deeply rooted tradition of nonviolent civic action.”
https://www.csmonitor.com/Commentary/the-monitors-view/2022/1017/The-force-of-peaceful-tactics
Haiti’s Fuel Price Hike Escalates Its Worst Protests in Years
Escalating street protests have pushed Haiti’s already dire social crisis this week into what regional leaders described as a “low-intensity civil war,” leaving residents of the capital cut off from the outside world and scrambling for basic necessities like drinking water and food.
Protesters set up barricades made up of debris, felled trees and tires throughout the capital, Port-au-Prince, looted shops and humanitarian warehouses and attacked banks and residences of pro-government politicians and better-off citizens.
Simmering outbreaks of unrest throughout the island nation have coalesced into the largest wave of protests in years following the government’s announcement last Sunday that it would raise the country’s highly subsidized fuel prices.
Idler on a hammock 